Ir a la página inicial

MATRIMONIO

Designio original de Dios.-

Dios celebró la primera boda. De manera que la institución del matrimonio tiene como autor al Creador del universo. "Honroso es en todos el matrimonio" (Heb. 13: 4). Fue una de las dos instituciones que, después de la caída, llevó consigo Adán al salir del paraíso. Cuando se reconocen y obedecen los principios divinos en esta relación, el matrimonio es una bendición: salvaguarda la felicidad y la pureza de la raza, satisface las necesidades sociales del hombre y eleva su naturaleza física, intelectual y moral.- PP 27.

Una preparación para el cielo.-

Recuerden que el hogar terrenal ha de ser una preparación para el celestial, del cual es símbolo.- MC 281.

Dios quiere que el hogar sea el lugar más feliz de la tierra, el símbolo mismo del hogar celestial. Mientras llevan las responsabilidades matrimoniales en el hogar y vinculan sus intereses con Jesucristo, apoyándose en su brazo y en la seguridad de sus promesas, ambos esposos pueden compartir en esta unión una felicidad que los ángeles de Dios elogian.- HAd 87.

Una unión duradera.-

El matrimonio, que es una unión para toda la vida, es un símbolo de la unión que existe entre Cristo y su iglesia.- 7T 46.

En las mentes juveniles el matrimonio está revestido de romanticismo y es difícil despojarlo de ese carácter que le presta la imaginación, para hacer que la mente comprenda cuán pesadas responsabilidades entraña el voto matrimonial. Liga los destinos de dos personas con vínculos que sólo la muerte puede cortar.- 1JT 577; (HAd 309).

Todo compromiso matrimonial debe ser considerado cuidadosamente, pues el casamiento es un paso que se da 17 para toda la vida. Tanto el hombre como la mujer deben considerar cuidadosamente si pueden mantenerse unidos a través de las vicisitudes de la existencia mientras ambos vivan.- Carta 17, 1896; (HAd 309).

Necesidad de una preparación cuidadosa.-

Antes de asumir las responsabilidades del matrimonio, los jóvenes deben tener una experiencia práctica que los haga aptos para cumplir los deberes de la vida y llevar las cargas de ella. 18 No se han de favorecer matrimonios tempranos. Un compromiso tan importante como el matrimonio y de resultados tan trascendentales no debería contraerse con precipitación, sin la suficiente preparación y antes de que las facultades intelectuales y físicas estén bien desarrolladas.- MC 276.

Mi querida Emma:* No existe otra persona que esté más junto a mi corazón que tú. Sin embargo, te aconsejo. . . que actúes con cautela y que midas bien cada paso que vas a dar. Estás por tomar una decisión que tiene que durar mucho tiempo. Por lo tanto, no te apresures. No te dejes absorber totalmente por el asunto del matrimonio.- Carta 71 1869.

Consulta con Dios.-

Las siguientes palabras de Cristo deberían ser tomadas en cuenta siempre: "Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre". La gente se casaba, se daba en casamiento hasta el día cuando Noé entró al arca, vino el diluvio y los destruyó a todos. Hoy vemos el mismo apasionamiento en lo que tiene que ver con el casamiento. Jóvenes, y hombres y mujeres mayores, que deberían actuar con sabiduría y discernimiento en este asunto, se conducen como hechizados. Parecería que el poder satánico se apoderara de ellos. El noviazgo y el matrimonio son los temas absorbentes. Se constituyen así los matrimonios más indiscretos. Dios no es consultado. Los sentimientos, los deseos y las pasiones humanas echan por tierra todo hasta que la suerte está sellada. El resultado de todo esto es una miseria que no se puede narrar, y Dios acaba siendo deshonrado. El lecho matrimonial no es santificado. ¿No debería producirse un cambio decidido en relación con este asunto tan importante?- Carta 84, 1888

Solamente con creyentes.-

La esposa de Lot era una mujer egoísta e irreligiosa, que puso en juego su influencia con el fin de apartar a su marido de Abrahán. Si no hubiera sido por ella, Lot no habría quedado en Sodoma, privado de los consejos del sabio y piadoso patriarca. La influencia de su esposa y las amistades que tuvo en aquella ciudad impía, lo habrían inducido a apostatar de Dios, si no hubiera sido por las fieles instrucciones que había recibido antes de Abrahán. El casamiento de Lot y su decisión de residir en Sodoma iniciaron una serie de sucesos cargados de males para el mundo a través de muchas generaciones.

Nadie que tema a Dios puede unirse sin peligro con alguien que no lo tema. "¿Andarán dos juntos si no estuvieren de concierto?"(Amós 3: 3). La felicidad y prosperidad del matrimonio dependen de la unidad que haya entre los esposos; pero entre el creyente y el incrédulo hay una diferencia radical de gustos, inclinaciones y propósitos. Sirven a dos señores, entre los cuales la concordia es imposible. Por puros y rectos que sean los principios de una persona, la influencia de un cónyuge incrédulo tenderá a apartarla de Dios. . .

Pero el matrimonio de cristianos con infieles está prohibido en la Sagrada Escritura. El mandamiento del Señor dice: "No os juntéis en yugo con los infieles" (2 Cor. 6: 14, 17, 18).- PP 172.

Que no se formen lazos no santificados entre los hijos de Dios y los amigos del mundo. Que no haya casamientos entre creyentes y no creyentes. Que el pueblo de Dios tome una posición firme por la verdad y la justicia.- RH, 31 de julio de 1894..

Los jóvenes cristianos deberían tener mucho cuidado 20 con las amistades que forman y la elección de compañeros. Tengan cuidado, no sea que lo que ahora piensan que es oro puro, se torne vil metal. Las asociaciones mundanas tienden a colocar obstrucciones en el camino de vuestro servicio a Dios, y muchas almas se han arruinado por sus uniones infelices en los negocios o en el matrimonio, con quienes no podrán jamás elevarse o ennoblecerse. Jamás debería el pueblo de Dios aventurarse a pisar terreno prohibido. El matrimonio entre creyentes e incrédulos está prohibido por Dios. Pero, muy a menudo, el corazón inconverso sigue sus propios deseos y así se forman matrimonios que no han sido aprobados por Dios. A causa de esto, muchos hombres y mujeres están en el mundo sin esperanza y sin Dios. Sus nobles aspiraciones se han muerto; están presos en la red satánica por una cadena de circunstancias.- RH, 1º de febrero de 1906.

Afecto prematuro.-

Hablo de lo que sé sobre este asunto: La mejor conducta que Ud. y Nelly deberían haber seguido era abandonar totalmente el asunto, pues nada bueno podrá resultar de tal relación. Si Ud. continúa prodigándole atenciones se descalificará para sus ocupaciones y obstruirá su camino hacia una educación cabal que afirme sus hábitos corporales y mentales. Además, prodigarle prematuramente sus afectos es obrar injustamente; para con Ud. mismo y con cualquier otra joven. Se me ha mostrado lo malo de compromisos prematuros tales, especialmente cuando un joven se encuentra lejos de su hogar y tiene que elegir la compañera de la vida sin el ojo discriminador de su madre. No es seguro confiar en su propio juicio. La inquietud temprana relacionada con el asunto del noviazgo y el casamiento desviará su mente del trabajo y el estudio, y ejercerá una influencia desmoralizadora sobre Ud. y la persona a quien corteja con atenciones. Se manifestará en ambos una vana precocidad en el comportamiento; la infatuación los invadirá y llegarán al punto de estar tan completamente cegados en cuanto a su influencia y ejemplo que, si continúan procediendo como lo están haciendo, se expondrán a la crítica, y la conducta de Uds. será sometida a la censura.

Este tipo de noviazgo y matrimonio es el más difícil de controlar, porque la mente llega a aturdirse y encantarse de tal modo, que los deberes hacia Dios, y todo lo demás, se torna insípido y carente de interés; la calma y el pensamiento maduro llegan a ser lo último que se ejercita en este asunto de la mayor importancia. Queridos jóvenes, les hablo como quien sabe lo que dice. Esperen hasta que puedan obtener un acabado conocimiento de Uds. mismos, del mundo y de los comportamientos y caracteres de las mujeres jóvenes, antes que el asunto del matrimonio tome posesión de sus pensamientos.

Necesidad de juicio maduro.-

La madurez de juicio le daría a Ud. un mejor discernimiento, y la facultad de discriminar con el fin de saber la verdad. Su carácter necesita ser modelado; necesita consistencia de juicio antes de abrigar la idea del matrimonio. Ud. todavía no está capacitado para ser juez de otra persona sin traicionarse y cometer una grave indiscreción, si no un crimen, para lo cual los amargos lamentos y lágrimas del después no podrán proporcionar alivio. La niña, la escolar inmadura e indisciplinada, la señorita que todavía depende de la discreción de sus padres y tutores, no tiene por qué escuchar cosa alguna relacionada con el noviazgo o el matrimonio. Más bien debería declinar cualquier tipo de atención particular que tuviera la menor apariencia de que esté en camino hacia el noviazgo y el matrimonio, y dedicarse resueltamente a ser una mujer tan perfecta como sea posible para que su vida sea útil; y aprender una profesión para luego conseguir un empleo y lograr independencia.

Base intelectual del verdadero amor.-

El amor es un sentimiento muy sagrado, y pocos saben realmente en qué consiste. Se usa el término, pero no se lo entiende. El cálido brillo del impulso, la fascinación que siente una persona joven por otra no es necesariamente amor ni merece el nombre de amor. El verdadero amor tiene un fundamento intelectual, un conocimiento profundo, cabal, del objeto amado. Pero eso de atrapar objetos del amor y depositar en  ellos los pensamientos y los afectos es irracional, carente de juicio y causa de excesos sensuales momentáneos.

Recuerde que el amor basado en impulsos es completamente ciego. Podrá ser depositado tanto sobre personas indignas cuanto dignas. Controle el amor para que se mantenga calmo, sereno. Dé lugar a los pensamientos y reflexiones auténticos, profundos, serios. ¿Es, por ventura, el objeto de sus afectos inteligente, de excelencia moral en el comportamiento, de buenos modales, de modo tal que Ud. pueda sentirse orgulloso de presentarla a la familia de su padre, de reconocerla ante la sociedad como el objeto de su elección, una mujer cuya compañía, capacidad para mantener una conversación y buenas maneras interesaría y satisfaría sus mayores expectativas? ¿Será que Nelly podrá cumplir con los requisitos de esta lista? Respondo decididamente: no, ella no podrá hacerlo.

Necesidad de temperamentos semejantes.-

He sabido que Ud. piensa casarse con una hermana cuyo nombre es Anna Hale. Ello me urgió a comunicarle con presteza lo que me fue mostrado. Ud. no posee una organización personal prolija y refinada como para hacer feliz a una mujer de naturaleza fina y sensible. En el orden divino no figura para nada el plan que temperamentos como el de ella y el suyo se unan. Ud. posee un gran porcentaje de inhumanidad y fuertes pasiones animales que no han sido controladas como deberían, Las facultades más nobles y elevadas de la mente han estado al servicio de las pasiones bajas y viles. Ud. ha fallado en la santificación por la verdad que profesa, ha fallado por no participar de la naturaleza divina, por no haber escapado de la corrupción que está en el mundo por la concupiscencia.

Anna Hale no es el tipo de persona que puede soportar las rudezas de la vida. Ella es una frágil flor que habrá de caer pronto y morir, expuesta a la tormenta y la negligencia.  Ud. no ha entendido, en su matrimonio anterior, las necesidades de una mujer. Ud. no ha podido apreciar lo delicado del organismo de ella. Ud. falló bastante con su primera esposa. Ella poseía una constitución fuerte, raramente igualable en cuanto a su capacidad de resistencia, pero abusó de ella. Su ansiedad por acumular cosas los llevó a ambos a sobrecargarse, a ser devorados por los cuidados de esta vida, y a descuidar la comodidad y la felicidad presentes, mirando sólo al futuro, al tiempo cuando poseerían más de los bienes de este mundo, pero ya es tarde para pensar en lo importante de la vida.
Uds. cometieron un grave error. La vida de su esposa fue sacrificada. Ella estaría viva. Pero Ud. sabía tan poco del organismo de la mujer, que falló en cuidarla, y descuidó la preparación que debería haber poseído para hacerla sentir cómoda. Ud. posee, en gran medida, el temperamento de su padre.

Cuando Ud. busque una esposa, no la busque entre las mujeres delicadas y refinadas, en las cuales predomina lo intelectual. Selecciónela entre la clase que esté más de acuerdo con sus condiciones. Ud. no puede hacer feliz a una persona de temperamento refinado y espiritual.- Carta 21, 1868.