¡ARRIBA, CORAZÓN!

Arriba, corazón, la vida es corta 
y hay que aprender a erguirse ante el destino. 
Sólo avanzar importa, 
arrojando el dolor por el camino.

Otras horas felices 
matarán a estas horas doloridas. 
Las que hoy son heridas 
se tornarán mañana cicatrices.

Espera siempre, corazón, espera 
que ninguna inquietud es infinita. 
Y hay una misteriosa primavera 
donde el dolor humano se marchita.

Con tu espuela de plata 
no des paz al corcel de la ilusión. 
"Si la pena no muere se la mata", 
¡arriba, corazón!

Gregorio Marañón