INFÓRMATE SOBRE LA PUBERTAD

Desde la niñez todo tu organismo se ha estado preparando internamente para la pubertad, momento cuando empiezas a notar cambios en tu cuerpo, que se prolongarán durante varios años. Conviene que te informes acerca de ellos, de modo que no te sorprendan y conozcas cómo la naturaleza está preparando el camino para que seas mujer u hombre adulto

PARA ELLOS

Cuando tu cuerpo se halle listo para la pubertad, la hipófisis (una glándula del tamaño de un garbanzo que hay debajo del cerebro) segregará hormonas a la sangre, por medio de las que enviará mensajes a otras glándulas para que hagan lo mismo. La primera señal de la pubertad es que en el pubis (de ahí viene la palabra "pubertad") empieza a crecer vello.

También notarás que tu crecimiento se acelera, haciéndote más alto y más fuerte. Este "estirón" suele empezar a los 13 ó 14 años, aunque cada muchacho es diferente.

La maduración sexual se hace patente porque los testículos aumentan de tamaño. Y un poco más tarde, ocurre lo mismo con el pene. El tamaño de estos órganos es muy variable y en ningún caso tiene nada que ver con la virilidad o la potencia sexual.

Todo esto indica que tu cuerpo está preparándose para la sexualidad con la consiguiente producción de espermatozoides (las células que tienen la capacidad de fertilizar un óvulo femenino y dar lugar a una vida humana).

Una demostración externa de este proceso interno es la emisión de semen. El semen o esperma es el fluido portador de los espermatozoides. Un año después del comienzo del crecimiento del pene, los muchachos empiezan a expulsar este fluido por el pene. Generalmente ocurre de noche, cada una o dos semanas (a veces, incluso, con mayor frecuencia). Es otra señal de desarrollo sexual.

El cambio de voz es otra de las variaciones de esta edad. La voz se va haciendo cada vez más parecida a la del varón adulto. El desarrollo de las cuerdas vocales tarda unos meses, y entretanto puedes tener una mezcla de voz de niño y de hombre.

La piel también experimente cambios. El nivel de grasa en la piel de la cara y la espalda aumenta y, con ello, también aumenta la probabilidad de tener granos y espinillas. Esto posiblemente te molestará porque todo el mundo puede verlos, pero es bastante normal. En la inmensa mayoría de los casos, tanto los granos como las espinillas, desaparecen completamente sin dejar señal. A veces se complican con erupciones muy numerosas y frecuentes, lo que se denomina acné. El acné puede tratarse médicamente.

Todos estos cambios pueden hacerte más irritable o diferente en la manera de comportarte. Son consecuencias de la actividad hormonal, pues las hormonas también tienen que ver con la conducta. Pero no culpes a las hormonas de todos tus fallos. Asume tu responsabilidad.

En esta etapa adolescente, ten paciencia. Los cambios son bastante numerosos e importantes, y llevan su tiempo.

Entre tanto, cuídate bien. Duerme abundantemente. Muchos adolescentes necesitan más horas de sueño que cuando eran niños. Aliméntate con equilibrio; la comida es tu combustible. Y mantén un buen nivel de ejercicio físico por medio del deporte y la actividad general.

PARA ELLAS

Tu reloj biológico marcará el comienzo de una serie de cambios profundos en tu cuerpo. La hipófisis es la glándula que los dirige todos. En la inmensa mayoría de los casos, lo hace de la mejor forma posible y en el momento oportuno.

Quizá la primera evidencia de tu paso a ser mujer (10-11 años de edad) es el inicio del desarrollo de los senos. Notarás una zona dolorosa al tacto al lado de los pezones. No es un tumor y muchos muchachos también lo tienen. Desaparece en unos meses. A continuación los pezones tienden a levantarse y las aréolas se oscurecen. Los senos crecen primero en forma cónica y más tarde toman la forma definitiva de la mujer adulta.

Notarás que tu altura y pero aumentan a ritmo más acelerado que antes y se te empiezan a ensanchar las caderas.

Aparecerá vello en el pubis. Es el comienzo de la pubertad. Poco después te crecerá pello en las axilas.

Quizá la señal más sobresaliente que experimentarás en este paso a ser mujer es la menstruación o regla. Has de entender que, dependiendo de cada caso en particular y de la zona del mundo donde vivas, la primera regla o menarquía puede ocurrir muy pronto (a los 10 años) o más bien tarde (a los 16 años). Por término medio se presente entre los 12 y los 14 años.

La menstruación dura unos 3 ó 4 días de cada mes. Durante ese tiempo, expulsarás por la vagina una pequeña cantidad de sangre. Por ello resulta necesario el uso de compresas o tampones que absorvan esa sangre mientras haces vida normal.

La menstruación es un proceso completamente natural en la mujer sana. En muchos lugares, la menarquía es motivo de alegría familiar. Paradójicamente, en otros, donde por ejemplo se regocijan con el primer diente del bebé, en cambio no se recibe con gozo la primera menstruación de una muchachita, sino que se rodea de secretos y tabúes.

La menstruación ocurre porque cada 28 días, aproximadamente, el útero se prepara para recibir el óvulo, que si fuera fertilizado por un espermatozoide masculino, llegaría a ser un bebé. Al no ocurrir esto, se hace innecesaria la capa interna del útero, que se hallaba lista para la anidación del óvulo fecundado. Esta capa entonces se elimina por la vagina, mediante una pequeña hemorragia. Por esta razón, las mujeres embarazadas no tienen la regla.

Otra evidencia de esta edad es la piel de la cara, que se hace mas áspera y grasienta, favoreciendo el crecimiento de granos y espinillas. Conviene que la mantengas limpias. Los granos desaparecerán definitivamente y la piel acabará suavizándose por sí sola.

Todos estos cambios pueden hacerte sentir diferente: hay muchachas que se vuelven más habladoras, otras más calladas, algunas pueden sentirse tristes y otras más eufóricas. Por último, hay otras que no experimentan ninguna variación.

A esta edad, debes cuidar tu salud por medio del ejercicio físico moderado y el descanso necesario. La alimentación equilibrada es imprescindible para apoyar todos los cambios que vas a experimentar. La mensatruación te recuerda la necesidad de una dieta rica en vitaminas y minerales, especialmente en hierro. Para conocer todo lo que te puede interesar referente a la menstruación te recomendamos la "Encicopledia Salud y Educación para la Familia", editada por Editorial Safelíz que se halla en alemán, francés e inglés.