Desde el renacimiento, los
anatomistas se han interesado en comparar el aparato digestivo de los animales
con el del hombre. ¿A qué tipo de mamíferos se parece
más el ser humano? ¿a los herbívoros o a los carnívoros?
Hagamos un rápido repaso de las principales características
de los órganos digestivos del hombre y de los animales:
Dentadura
-
Carnívoros:
Colmillos prominentes que pueden cortar
y desgarrar la carne sin apenas masticarla.
-
Herbívoros:
Molares muy desarrollados, que permiten
machacar los alimentos hasta formar una pasta.
-
Hombre:
Los colmillos humanos son pequeños,
distintos a los de los carnívoros. Los molares se parecen más
a los de los herbívoros, aptos para masticar y triturar la fibra
vegetal y los granos de cereales.
Mandíbula
-
Carnívoros:
Sólo permite hacer bien el movimiento
de apertura y cierre, para desgarrar el alimento.
-
Herbívoros:
Permite los movimientos laterales para
triturar y ensalivar los alimentos, además de los de apertura y
cierre.
-
Hombre:
Puede realizar todo tipo de movimientos
con su mandívula, como los herbívoros.
Saliva
-
Carnívoros:
Es de reacción ácida (Ph
bajo), necesaria para digerir las proteínas cárnicas.
-
Herbívoros:
Es de reacción alcalina (Ph alto),
lo que permite digerir mejor los carbohidratos.
-
Hombre:
Su salina es alcalina, como la de los
herbívoros. Además contiene p-tialina y amilasa, encimas
que inician la digestión de los almidones, que solo se encuentran
en los alimentos vegetales. Es, pues, una saliva idónea para comer
alimentos vegetales.
Intestino
-
Carnívoros:
Su conducto digestivo es bantante más
corto que el de los herbívoros. La razón de ello está
en que la carne debe ser digerida y eliminada con rapidez, pues su descomposición
y putrefacción en el intestino produce sustancias nocivas que intoxicarían
al animal.
-
Herbívoros:
Tienen un tubo digestivo muy largo, que
permite un tránsito de los alimentos relativamente lento (hasta
tres días). Los alimentos vegetales necesitan mucho tiempo para
ser digeridos, pero no entran en putrefacción en el intestino, ni
producen sustancias tóxicas. Si un herbívoro comiera carne,
se intoxicaría, pues, al tener que permanecer ésta tanto
tiempo en el intestino para recorrer toda su longitud, sufriría
putrefacción, con la consiguiente liberación de tóxicos.
-
Hombre:
Tiene un intestino proporcinalmente más
largo que los carnívoros, aunque no tan largo como los herbívoros.
Por ello puede comer carne, aunque existe la posibilidad de que sufra procesos
de putrefacción, especialmente cuando hay estreñimiento y
tránsito lento. De esta forma, se liberan sustancias tóxicas
(cadaverinas, indol y escatol, entre otras) que pasan a la sangre y producen
jaquecas, alergias, erupciones y otros muchos síntomas.
En conjunto,
vemos que el aparato digestivo del hombre se asemeja más al de los
animales herbívoros que al de los carnívoros, sin embargo,
aunque sus órganos digestivos están pensados básicamente
para morder, masticar y digerir vegetales, tienen una gran capacidad de
adaptación, inexistente en los animales, lo cual le permite comer
prácticamente cualquier cosa.
De
manera que podemos decir que, el ser humano es anatómica y fisiológicamente
vegetariano, aunque tiene la posibilidad de adaptarse a la dieta omnívora.
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